La verdad y la presión social: El ejemplo de los cubrebocas
Estamos atravesando momentos históricos, llenos de incertidumbres y controversias; el desorden político, científico y social que ha traído la pandemia nos obligan a repensar qué es lo que consideramos como "verdad" (y aún más importante, quién lo dictamina) . Ésto queda en evidencia si observamos algunos ejemplos. Podemos empezar por el caso de los famosos "cubrebocas": Antes del mes de abril, a pesar que la enfermedad ya estaba diseminándose en occidente, la OMS y el CDC habían dictado recomendaciones de que no era necesario que la población general (es decir, sin patologías de base) utilizara mascarillas faciales. Inclusive desaconsejaban que así lo hicieran (A fines de evitar el desabastecimiento para quienes sí las necesitaban)(1, 2). Éstas recomendaciones se basaban en informes que señalaron que las partículas contagiosas liberadas por la vía aérea de los enfermos, eran capaces de atravesar los barbijos quirúrgicos convencionales, siendo el barbijo de t